Obsesión te digo. El no depender de nadie cuando una moto falla.
¿Llevarla a un mecánico? Ok. ¿Sentirme obligado porque no tengo idea de cómo arreglarla yo mismo? No sé qué es eso.
¿Pagar por repuestos? Por supuesto. ¿Que me vendan cualquier cosa porque no sé distinguir calidad de basura? Inaceptable.
¿Aprender mecánica? Claro. ¿Quedarme esperando que otros resuelvan mis problemas? Ni loco.
Solo quiero una cosa: tener tal dominio sobre una moto que dependa de mí y de nadie más.
Y conseguirlo sin engaños, sin cobros absurdos, sin tener que cruzar los dedos cada vez que salgo a la carretera o dejo mi moto en manos de alguien más. Con la tranquilidad de saber que, si algo falla, puedo solucionarlo yo mismo sin quedarme varado.
Eso es lo que me gusta y eso es de lo que hablo cada día. De cómo pasé, A lo largo de varios años, de depender de otros para cada reparación, a conocer una moto mejor que nadie y tomar el control total.
Cada día escribo un email con nuevos consejos sobre motos para evitar que te vean la cara.
Si te gusta el concepto, suscribete abajo. Si prefieres seguir gastando de más y pasar el día llorando por lo difícil que te parece la mecánica, con ignorar esto es suficiente.
Y lo haré de una forma muy directa, esa es la primera lección escondida que recibirás, si no solo lees lo que digo, sino que analizas por qué lo digo así y que intento transmitirte en el fondo, encontrarás tantas lecciones sobre mecánica (Y sobre la vida), que aunque no compres nada, ya te habrá valido la pena.
Títulos de algunos de los últimos emails que he enviado:
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Cuando entres encontrarás groserías y humor de mal gusto. Eso en el primer email, luego se pone peor.
Si te escandalizas con facilidad mi mensaje no es para ti, posiblemente la mecánica no sea para ti y definitivamente la independencia no es para ti y mi recomendación es que no te suscribas.
Esto no es un truco de psicología inversa ni nada parecido, es mi recomendación honesta y genuina. Quienes no me creen acaban diciendo cosas como estas:
«Que falta de ética, las personas como usted deberían centrarse en amar y se sentirían mejor.»
—Brayan
«Que manera tan fea de hablar y dirigirse a una persona»
—Jesus
«Acepto opiniones diferentes a las mías o distintos objetivos a los míos, pero usted es soberbio, prepotente y despreciante con las personas que piensan diferente. Cuando esto ocurre, normalmente sigo con mi vida, pero en esta ocasión decido comentarlo.»
—Edwin
Escribe tu email en cualquier lado y te suscribes con un clic. ¿Que cambias de opinión? Te borras con otro. Como te dije, muy fácil.
Obviamente jamás te enviaré spam ni nada que se parezca a los típicos emails formales de empresas, eso me daría vergüenza.